Llamamos fobia o ansiedad social al miedo irracional y desproporcionado que surge en algunas situaciones en interacción con otras personas, y que perdura en el tiempo al menos seis o más meses.
La fobia social, está relacionada con los trastornos de ansiedad. Tiene como componente fundamental de miedo al rechazo de los demás, se manifiesta como un temor intenso de ser observado y juzgado por otros. La persona tiende a protegerse y evita enfrentarse a las situaciones en las que se siente mal o una vez en ellas, tiene comportamientos defensivos con el objetivo de que los demás no se den cuenta de lo que le está sucediendo.Algunos de los síntomas o señales por los que se puede reconocer la fobia social:
• Evitar las situaciones sociales que activan el miedo o la ansiedad.
• Miedo a actuar de manera inadecuada o ridícula ante los demás, de mostrar síntomas de ansiedad que los demás puedan percibir de forma negativa (sentimiento de humillación, vergüenza o rechazo).
• Síntomas físicos, como calor, taquicardia, sudoración, temblores, mente en blanco, sentir que no se puede hablar, molestias en el estómago, poco contacto visual o postura corporal rígida, entre otros.
• Temor a conocer gente nueva. Cualquier situación que exponga a la persona situaciones nuevas, donde haya gente que no conozca.
• Sentir miedo o ansiedad desproporcionados con respecto a la amenaza real planteada por la situación social.La fobia social no aparece por un único factor, sino que suele ser el resultado de una combinación de factores tanto genéticos, sociales como personales. Algunas de las posibles causas que favorecen el desarrollo de la fobia social pueden ser:
• Ambiente familiar sobreprotector o excesiva dependencia de uno de los progenitores.
• Persona con un pensamiento obsesivo, poco flexible, que da excesiva importancia a lo que los demás piensen de sí mismo, de su manera de actuar.
• Educación muy exigente, en la que, por parte de los cuidadores, se sobredimensionó la importancia de los buenos modales.
• Rechazo en la infancia por parte de los compañeros de clase.
• Padres excesivamente críticos o preocupados por los errores de sus hijos.
• Experiencias traumáticas vividas en el pasado. Puede que la fobia social se manifieste después de una experiencia estresante o vergonzante.
• Características de personalidad, pueden agravar el trastorno, como la baja autoestima, un nivel elevado de auto-exigencia y una alta susceptibilidad ante las opiniones de los demás.¿De qué manera se puede tratar la fobia social?El tratamiento, está orientado a que la persona recupere su vida social y pierda el temor excesivo a determinadas situaciones. En algunas ocasiones, para aliviar los síntomas de malestar, la terapia puede ir acompañada de medicación. La ansiedad social se puede trabajar desde diferentes perspectivas terapéuticas, en función de la evaluación de cada caso.Algunos de los tratamientos contrastados para el tratamiento de la fobia social son:
• La terapia cognitivo-conductual, en la que se enseña a la persona a realizar un cambio en la manera de pensar, sentir y reaccionar ante diferentes situaciones, ayudando a la persona a reducir su malestar.
• La técnica de exposición en imaginación o en vivo, mediante la cual se pide al paciente que realice un listado con las situaciones que le generan ansiedad, para poder elegir entre una de ellas.
El siguiente paso es que la persona aprenda a relajarse y una vez hecho esto, se le presenta la situación elegida. Se trabaja desde la situación menos temida, hasta llegar progresivamente a la que más ansiedad produce, para conseguir que el malestar de la persona se reduzca ante la situación que considera amenazante.
• La terapia breve estratégica, para resolver el problema se interviene, no sobre las causas hipotéticas de éste, sino sobre los intentos de solución llevados a cabo por el sujeto que, en vez de resolver el problema, lo mantienen.
• EMDR (desensibilización y reprocesamiento a través de movimientos oculares). Desde esta técnica, se trabaja con la persona a nivel profundo, acercándonos a su historia y a las situaciones que hayan podido tener alguna relación en el desarrollo y mantenimiento de la fobia.La mayoría de las veces, las personas que sufren fobia social son conscientes de que sus sensaciones son irracionales. A pesar de ello, en muchos casos, hacen lo posible por evitar enfrentarse a la situación temida como consecuencia de la ansiedad anticipatoria que surge. Si te sientes así en determinadas situaciones sociales, una buena manera de afrontar lo que te ocurre sería pedir ayuda a un profesional, para que, desde un entorno seguro, pueda ayudarte.