Cuándo recurrir a la terapia de pareja

Los seres humanos mantenemos a lo largo de nuestro ciclo vital gran diversidad de vínculos y el de la pareja es uno de los más importantes. El tipo de relación que se establece en pareja es enormemente compleja, implica conciliar un ‘yo’ con un ‘tú’ y construir un ‘nosotros’ saludable. Algunas veces este proceso se ve alterado por condicionantes externos que afectan el funcionamiento dentro de la pareja como el nacimiento de hijos, padres que enferman, jubilación… Otras veces los problemas se derivan de la influencia que tienen aspectos individuales en la dinámica de la pareja como puede ser el desarrollo de una enfermedad física o psíquica de uno de los cónyuges, la pérdida de trabajo, el fallecimiento de un familiar significativo … lo que pone a la pareja ante el desafío de trabajar para un mejor ajuste a fin de garantizar el mantenimiento una dinámica funcional y saludable para ambos y la familia.

Desde la terapia de pareja se abordan aquellos aspectos que han llevado a una situación de crisis, para restituir una dinámica funcional y saludable entre los miembros de la pareja. La posición del terapeuta es neutral para que cada miembro de la pareja pueda exponer su visión de la situación, escuchar la del otro, y diseñar una línea de trabajo que concilie las necesidades de ambos para el bien común.